"Por abrir la boca,... estoy aquí"
decía un letrero al costado de unos pescados en una pescadería.
Hay un dicho que dice,
"Somos dueños de nuestro silencio,
pero Esclavos de nuestras Palabras"
Por lo tanto, cuidemos lo que decimos, nuestras palabras tienen el don de animar, motivar, y hacer florecer buenos sentimientos y emociones,... PERO, también pueden herir.
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